Estimados amigos













martes, 26 de abril de 2016

La utopía del viejo

Es muy fácil no comprender uno de los aspectos esenciales del pensamiento de Haya de la torre y perderse en lo meramente político, programático y/o electoral. Es muy fácil. Y es que la genialidad de su legado no yace solamente en una manera de interpretar la realidad del Perú, América Latina y el mundo y elaborar un planteamiento, sino en la forma de asumir al ser humano en sociedad, como fuente de inspiración, razón de ser y fin último. El hombre no era una cifra, un voto, era un hombre, un alma, un corazón, una fe.
Este es un aspecto del aprismo que no ha sido tan explotado, pero es parte de una de las grandes utopías del gigante de América  señalaba al problema de la persona como un obstáculo y la necesidad de una concientización que convierta ese obstáculo en una posibilidad.
Esas ideas y perspectivas no surgieron de la nada, Víctor Raul fue un gran observador que aprendió mucho de sus viajes, especialmente de su experiencia en la Europa Nórdica. Es curioso que cuando VRHT viajó a la Escandinavia, aún Noruega no había descubierto los fosos de petróleo que lo volvieron un país rico y les dio la capacidad de construir y sostener un Estado de Bienestar tan avanzado. A pesar no ser un país rico pero sí justo, pues ya habían resuelto sus conflictos y logrado una armonía social y política, fue la cultura, la sociedad y sobre todo el civismo de las personas lo que impresionó e inspiró al fundador del APRA.
Cuando me llevo una lección de este país y su gente no dejo de pensar en Víctor Raul y sus días por estos lares. Una de las más ilustrativas figuras de esta sociedad es el "Dugnad", que es el trabajo voluntario, una suerte de cuota individual que se da en diferentes organizaciones cívico-sociales, en diferentes niveles y es en mi opinión una gran muestra del civismo y el sentido de pertenencia e identidad. 
Estos días se realiza el "Dugnad" a nivel nacional para limpiar Noruega, y en todas las localidades, distritos y urbanizaciones los vecinos se movilizan alegremente recogiendo restos de basura a su alrededor. Pero tambien hay dugnad en los colegios, en los nidos, en los clubes, etc. Claro que esta actividad es absolutamente "voluntaria", la condena es social pues si un ciudadano no participa se autoexcluye.
Hay mucho que aprender de otras sociedad y culturas, hay aún mucho que rescatar de ese aprismo humano y ciudadano que es en mi opinión la verdadera base de nuestra doctrina, sobre la cual se erigen nuestros más característicos planteamientos, más allá de discursos de plazuela y remedos de furgón de cola.
Desde aquí te saludo viejo y conservo aún tu utopía inmortal...
Luis Alberto

domingo, 8 de marzo de 2015

Notas sobre la democratización del Partido Aprista Peruano




El objetivo debe ser convertir el Partido Aprista Peruano (en adelante PAP) en el ideal democrático que desearíamos exportar al sistema político, es decir institucionalizar y llevar a la práctica al interior de la organización principios  como el pluralismo, la primacía de las normas, la transparencia, la participación, la rendición de cuentas, etc.
El PAP es un partido de estructura oligárquica, es decir un partido cuyo poder se concentra en una élite capaz de tomar decisiones independientemente de la voluntad de la militancia. Su democratización implica, por lo tanto, que el poder y la capacidad de toma de deciciones se distribuya entre sus miembros, y que estos puedan realmente elegir, premiar o castigar con el voto, a sus líderes y/o representantes.
Para democratizar al PAP, es necesario llevar a cabo “elecciones internas y abrir el partido”, que no es lo mismo que realizar “elecciones internas abiertas”. Es imperativo someterlo a elecciones para generar participación e incluir a la militancia en el proceso de toma de decisiones. Asímismo, vale recalcar, que bajo un régimen de derechos y garantías la capacidad de elegir y decidir a través de un transparente proceso electoral interno  empodera a la militancia, refresca y fortalece las virtudes de la vida política partidaria.
 La constitución efectiva del pluralismo exige reemplazar las oxidadas y vetustas estructuras que obstaculizan la inclusión de nuevos actores, movimientos sociales y minorías, de manera que se identifiquen con la estrella y que, naturalmente, sea la estrella que actúe en su defensa y en consecuencia gane su confianza. Ante ello, entonces, cabe destacar que no hay una apertura más auténtica y leal al partido y a su razón de ser que la que procura revitalizarlo, volverlo nuevamente una herramienta de defensa y lucha, superior a cualquier superficial momento electoral.
La primacía de las “reglas de juego”, en un espacio que cuya discrecionalidad e informalidad fueron la regla, es fundamental para la generación de confianza. La incertidumbre, el caos y el hermetismo son estados que generan desconfianza, y esto no se solucionará hoy con hacer que todos los ciudadanos con DNI voten, es solo una alternativa electorera y facilista. El Perú necesita al PAP, no una mera plataforma electoral, por ello una fidedigna y genuina solución es la constitución de claras y sólidas “reglas de juego” democráticas que regulen la vida partidaria y garanticen el buen funcionamiento de un sistema virtuoso. 
 El PAP es un partido con estructuras y reglas de juego provenientes de otros tiempos y circunstancias, lo que explica el sólido hermetismo – necesario para sobrevivir- que protegió al Partido y sus líderes de quienes los intentaron desaparecer. Hoy en día es preciso comprender ese complejo proceso histórico y evolutivo de largo, mediano y corto plazo para determinar la hoja de ruta de esa modernización partidaria. 
La dificultad de entender la transparencia como un requisito fundamental para generar confianza es comprensible, sin embargo es el aspecto más importante y necesario en el proceso de modernización y apertura de un partido a la sociedad y sus demandas. 
 ¿Cómo generar transparencia? La primacía de las reglas de juego aseguran la solidez de la transparencia. Asímismo, en democracia los medios de comunicación son un potencial aliado. De un modo u otro, el peso de esta responsabilidad cae sobre ellos también y ello sugiere la idea de un trabajo coordinado. Además, la facilidad de acceso a recursos tecnológicos y la capacidad del capital humano joven del partido son una fortaleza. Sin embargo, todo dependerá siempre de la voluntad política de la dirigencia del partido y los militantes.

Flavia Freidenberg, experta en estudios sobre partidos políticos latinoamericanos, recomienda - a partidos políticos que pretendan modernizarse y democratizarse - realizar elecciones internas cerradas. Algunas de las razones por las que NO recomienda las elecciones internas abiertas son:
  1. La participación del entorno en las decisiones internas afecta la autonomía partidista y pone en entredicho la naturaleza misma de la organización.
  2. La presión por encontrar y representar nuevos intereses alienta el empleo de estrategias electorales del tipo “catch all” y la ambigüedad programática, ya que los candidatos buscarán rehuir declaraciones ideológicas demasiado precisas, y se moverán no por los intereses de sus militantes sino por las preferencias del electorado en general...
  3. Las elecciones internas abiertas hacen que el candidato se coloque por encima de la organización, ya que se busca su legitimación fuera de ella, lo que potencia el personalismo

Implementar elecciones internas (o primarias) abiertas en el PAP es un contrasentido si la intención es democratizar y renovar el partido. No hay nada más anti democrático y conservador que instituir una forma de elección que promueva la desigualdad entre sus militantes. Lo razonable y consecuente es que se establezca una verdadera forma de elección que garantice la competitvidad.

Además de llevar a cabo elecciones internas, es de carácter determinante que todos los cargos partidarios, en todos los niveles (tanto funcionales como geográficos), sean sometidos a elección. En este sentido, la inclusión de representantes de diversas localidades en la dirección del partido es clave para la democratización y el fortalecimiento de su presencia a lo largo y ancho del  territorio.
Suscribo la propuesta de la Dra. Freidenberg, según la cual es recomendable incluir en los estatutos “mecanismos de acción afirmativa” o cuotas para promover la participación de los jóvenes, las mujeres y las minorías étnico-culturales dentro de los diversos niveles de la dirección partidaria. Incluso plantea una “representación proporcional con el fin de agregar la presencia de corrientes minoritarias en los diversos órganos de la dirección partidaria”. Tal y como mencioné al principio, el objetivo es hacer del partido el ideal que desearíamos trasladar al Gobierno Nacional.

Este proceso sería imposible sin la intervención de las autoridades públicas pertinentes debido a que la alta discrecionalidad y enraizamiento de instituciones informales dentro del PAP obstaculizan su democratización. Por esta razón es medular otorgar la potestad total de administrar y fiscalizar los procesos electorales internos (Padrones, estatutos, etc.) a la ONPE y al JNE, respectivamente. Ello no solo aseguraría la transparencia y eficiencia de la gestión del proceso, sino también un incremento de la credibilidad y confianza de la militancia y el ciudadano común.
No quiero concluir sin antes agregar que la modificación de la estructura orgánica es un requisito indispensable para la democratización del partido. Esta debe seguir y respetar el espíritu concertador, parlamentarista y democrático del aprismo. En este sentido, opino que además de la histórica "Jefatura del Partido", no es necesario ningún otro cargo "vitalicio", por ello considero que la "Presidencia del partido" debería suprimirse a fin de evitar una duplicidad de liderazgos (a menos que se suprima la Secretaría General, dependiendo de la fórmula que se adopte) que genera informalidad y debilita los liderazgos institucionales. Otra razón para ello es que la Presidencia no debería ser asumida como un título exclusivo, sino como una posibilidad permanente. En absoluto nada de ello implica menguar reconocimiento al primer y único Presidente aprista de la historia. 
Finalmente, no quiero culminar esta nota sin antes mencionar algunos aspectos claves del rol de las tecnologías de la información en este proceso. En materia electoral, por ejemplo, la gestión eficiente de los procesos requiere una completa informatización de las membresías y de los padrones. Por otro lado, en materia de comunicación, la tegnología permite facilidades para la construcción de vías de comunicación horizontal y vertical que hagan posible el flujo permanente de la información.
El capital humano y la capacidad son dos fortalezas que aún el partido no explota de sí, pero que determinará el resultado de este proceso.


Así, desde mi humilde punto de vista, el partido de Víctor Raul Haya de la Torre regresará no “a manos del pueblo”, como  se sostiene muy vagamente, sino "al servicio del pueblo" como una compleja y eficiente herramienta inclusiva, libertaria y democrática.

jueves, 3 de octubre de 2013

"He vuelto para quedarme"

Acababa de ver la fecha de la última entrada y no pude evitar sentirme avergonzado y en deuda con mi blog. Lo abandoné completamente, pero como siempre los reencuentros suelen ser más emocionantes y positivos, aquí estoy dispuesto a retomarlo y no abandonarlo jamás. De aquí en adelante los invito a visitar mi espacio donde encontrarán, al menos semanalmente, diversas notas, comentarios, artículos y pensamientos propios y tal vez de algunos buenos amigos y personas que admiro. También habrá mucho debate y diálogo. Mucho ha pasado en mi vida desde la última entrada, me casé,vivo en otras latitudes, tuve hijos y hasta dos perros. En fin, espero que me lean, comenten y participen aquí, en este su espacio, donde el legado del peregrino continental se fortalece día a día en búsqueda de concretar ese gran tema pendiente del Perù y América Latina.

martes, 11 de mayo de 2010

Bellavista: El gobierno infame

El distrito de Bellavista en la Provincia Constitucional del Callao experimenta hoy en día una gravísima crisis de seguridad. El aumento desproporcional de las rejas en las calles de Bellavista es un indicador infalible de la sensación de inseguridad que embarga a los vecinos del distrito. A pesar de que hay unidades de serenazgo, tanto motorizadas como en bicicleta y a pie, su presencia no afecta en absoluto la terrible ola de asaltos.
¿Qué es lo que esta pasando en Bellavista?, ¿Por qué a pesar de que la seguridad ciudadana es una de las funciones de gobierno en la que más dinero del presupuesto público se gasta, no se ha logrado reducir la delincuencia y esa creciente sensación de inseguridad que afecta a nuestros vecinos? El problema es sumamente complejo y posee varias aristas.
La ola delincuencial que asola Bellavista no es un fenómeno que deba ignorarse ni mucho menos reducirse a una simple competencia de las fuerzas del orden. Es ante todo un problema socioeconomico, ético y político.
Es un problema socieconómico porque los delincuentes provienen de zonas de muy bajos recursos y posibilidades de movilidad social y superación, es decir, tienen muy pocas alternativas. La gravísima situación condiciona a los jóvenes a elegir una determinada forma de vida, a seguir el camino que los padres o hermanos mayores eligieron, y que ahora por falta de oportunidades ellos irremediablemente continuarán.
Es un problema político, porque cuando quienes asumen las riendas de un gobierno (sea este local, regional, o nacional) olvidan que la razón de ser de esta institución es la realización y salvaguarda de los intereses de cada uno de sus contribuyentes; porque aquellas autoridades que nos gobiernan ignoran la necesidad de hacerlo con responsabilidad y planificación, pensando en las próximas generaciones y no únicamente en las próximas elecciones.
Es un problema ético porque en vez de promover políticas públicas virtuosas orientadas a mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, su autonomía y civismo, utilizan su pobreza y necesidad a través de redes clientelares, creando un círculo vicioso de miseria y pobredumbre, a favor de sus intereses electorales.
A pesar de que está legalmente establecido que las Municipalidades deben elaborar planes de desarrollo concertado, la municipalidad de Bellavista, como muchas otras, no ha elaborado un plan de desarrollo, y mucho menos un plan estratégico. En otras palabras, es una gestión improvisada, clientelar, inmediatista y mediocre.
El gasto en seguridad no es proporcional a la calidad de servicio que brindan en el distrito, por las cifras uno podría pensar que la seguridad es una función que realizan con eficiencia, sin embargo no podría estar más equivocado, pues esta gestión ha demostrado que el gasto no implica el desempeño y que muy probablemente es indicio de corrupción, de la más dura y vergonzosa.

lunes, 10 de mayo de 2010

Candidaturas y disidencias

El tema de los alejamientos partidarios es común cuando intereses y proyectos personales entran en conflicto al interior de una misma agrupación. Tal es el caso de Renzo Reggiardo de “Cambio 90” quien renuncio al Grupo Parlamentario Fujimorista (GPF) y marcó así su alejamiento de “Fuerza 2011” presidido por Keiko; por otro lado, Salvador Heresi abandona las filas del Partido Popular Cristiano y decide relanzarse a repetir el sillón municipal del Distrito de San Miguel.
El tema de los alejamientos y las pugnas por diferencias políticas al interior de los partidos o movimientos no es para nada nuevo, de hecho ya anteriormente partidos como el PAP habían pasado situaciones similares, aunque bajo contextos diferentes, en las que algunos militantes decidieron lanzar sus candidaturas a través movimientos independientes para evitar la pugna interna y el desgaste.
Dos casos son emblemáticos en el PAP, el del Alcalde de Trujillo Cesar Acuña y el del finado Alcalde de Piura José Aguilar Santisteban(Respetable compañero QEPD). En los dos casos se repite la constante de preferir la vía disidente y candidatear por movimientos independientes. Curiosamente el éxito los esperó al final de la jornada electoral.
No necesariamente tiene que ser este el destino de los casos actuales, pero el hecho concreto es que la renuncia responde a algún conflicto al interior de los partidos, probablemente originado por la contraposición de intereses y promovido por la ausencia de disciplina partidaria.